Qué Hacer Si Quieres Mejorar Tus Resultados en el Gimnasio

Hay 3 Claves para Obtener Mejores Resultados en el Gimnasio y Aumentar Tu Masa Muscular Más Rápido

Muy bien… ya has he­cho el com­pro­miso de po­nerte en forma. Ya com­praste pe­sas y apa­ra­tos para ejer­ci­tarte en casa, o ya pa­gaste un año com­pleto de mem­bre­sía a un gim­na­sio para lo­grar esa trans­for­ma­ción en tu cuerpo que tanto deseas o ne­ce­si­tas. Incluso ya com­praste la me­jor guía que hay en Internet para au­men­tar múscu­los 🙂 ¡Excelente! y… ¿Ahora qué? Bueno, pues a tra­ba­jar duro para lo­grar re­sul­ta­dos, ¿no es así? Pero… ¿Cómo vas a ha­cerlo?

Ok, la res­puesta pa­rece fá­cil: Acudirás al gim­na­sio, ca­len­ta­rás en la ca­mi­na­dora por 15 mi­nu­tos, ha­rás al­gu­nos es­ti­ra­mien­tos, le­van­ta­rás al­gu­nos ​“fie­rros” y ter­mi­na­rás tus ru­ti­nas con un poco de re­la­ja­ción… ¿Eso es todo? ¡NO! Existen al­gu­nos otros im­por­tan­tes de­ta­lles que de­ben ser to­ma­dos en cuenta para ob­te­ner bue­nos re­sul­ta­dos en el gim­na­sio (o en­tre­nando en casa). En este ar­tículo quiero com­par­tir con­tigo tres de es­tos im­por­tan­tes as­pec­tos que son cla­ves para ver­da­de­ra­mente al­can­zar tu meta de lo­grar un cuerpo fuerte, sano, muscu­loso, grande y atrac­tivo.

Primero tengo que pre­gun­tarte algo, ¿A ti te gusta per­der el tiempo? Porque a mi no. A mi me gusta en­trar al gim­na­sio, con­cen­trarme en mi en­tre­na­miento y sa­lir para vol­ver al tra­bajo o a mi vida so­cial y fa­mi­liar. No busco en­tre­te­ni­miento ni per­der el tiempo, busco ob­te­ner re­sul­ta­dos. Sin du­dar, sin que­jarme, sin po­ner ex­cu­sas… Just Do It, como dice la fa­mosa frase; ese es mi lema y forma de ha­cer lo que tengo que ha­cer. Y es­pero a que sea la tuya tam­bién.

Puesto que ya tie­nes un plan para la trans­for­ma­ción to­tal de tu cuerpo, ya sa­bes los ejer­ci­cios que tie­nes que ha­cer, dónde, cómo y cuándo ha­cer­los y tie­nes tam­bién la in­for­ma­ción nu­tri­cio­nal y de­más pau­tas que te lle­va­rán al éxito. Además tie­nes el apoyo, la pro­gra­ma­ción y los con­se­jos que te guíen… Entonces, ¿qué más po­drías ne­ce­si­tar para im­pul­sar tus re­sul­ta­dos en el gim­na­sio? Bueno, pues aquí va­mos con al­gu­nos de esos de­ta­lles que mu­chos sue­len pa­sar por alto…

Primero lo primero: PREPARAR

Este es un as­pecto muy im­por­tante que mu­chos pa­san por alto. Tienen toda la in­for­ma­ción, to­das las he­rra­mien­tas, pero son des­or­ga­ni­za­dos y hasta de­sidio­sos para lle­var su plan hasta el fi­nal, así que van im­pro­vi­sando y pre­dis­po­nién­dose para ob­te­ner re­sul­ta­dos me­nos que óp­ti­mos. Y eso lleva a mu­chos a ​“ti­rar la toa­lla” an­tes de al­can­zar sus ob­je­ti­vos.

Si lo an­te­rior te suena fa­mi­liar, quiero de­cirte que la me­jor ma­nera de evi­tar que eso te siga su­ce­diendo y real­mente pue­das dar un gran im­pulso a tus re­sul­ta­dos en el gim­na­sio es es­tando pre­pa­rado. Esto quiere de­cir te­ner tu bolsa o mo­chila bien em­pa­cada: Toalla, bo­te­lla de agua, dia­rio de en­tre­na­miento, guan­tes y de­más im­ple­men­tos ne­ce­sa­rios. Establece una ru­tina dia­ria para te­ner­los siem­pre em­pa­ca­dos y lis­tos.

Preparar tam­bién sig­ni­fica des­can­sar y ali­men­tarte co­rrec­ta­mente de an­te­mano. Nunca de­bes de­jar el des­canso y la nu­tri­ción al azar. Recuerda que ya tie­nes todo el ar­ma­mento que ne­ce­si­tas, así que… ¡man­ténte pre­pa­rado!

Para continuar por el buen camino: ENFOCAR

Una cosa que me gusta del gim­na­sio es la ener­gía que ahí se per­cibe. PERO… no es un bar o un club. No es un es­ce­na­rio so­cial. Al acep­tar eso, tus re­sul­ta­dos en el gim­na­sio se irán para arriba. Acudes allí para un pro­pó­sito au­tén­tico… lo­grar un me­jor cuerpo, una me­jor sa­lud. Así que en­fó­cate y haz que su­ceda.

Platicar con los cua­tes a un lado de los apa­ra­tos de po­leas, sen­tarte en la má­quina de curl ha­blando en tu te­lé­fono ce­lu­lar o que­darte col­gado frente a la pan­ta­lla viendo el par­tido no te va a brin­dar re­sul­ta­dos.

Así que con­cén­trate. No ol­vi­des que tie­nes una ta­rea que rea­li­zar: Tu en­tre­na­miento. Apunta la mira, cen­tra en tu ru­tina, cuida tu tiempo y man­tén tus pe­rio­dos de des­canso bajo con­trol. ¡Ház que su­ceda!

Por último, pero no menos importante: INTENSIFICAR

La me­jor ma­nera de au­men­tar los re­sul­ta­dos en el gim­na­sio es pro­vo­cán­do­los, es de­cir, tra­yén­do­los ha­cia ti. Levantar pe­sos li­ge­ros o ca­mi­nar len­ta­mente so­bre la ca­mi­na­dora rea­li­zando los mo­vi­mien­tos sin pres­tar­les ma­yor aten­ción no hará que tus ob­je­ti­vos se con­vier­tan en reali­dad.

Si quie­res re­sul­ta­dos, si es­tás real­mente com­pro­me­tido con este ob­je­tivo, ¡Atráelo! Empuja los lí­mi­tes, con pru­den­cia y en­fo­que como se ha men­cio­nado, pero em­pú­ja­los.

Deja atrás lo que ya sa­bes que pue­des ha­cer, como esas 12 re­pe­ti­cio­nes de curl de bí­ceps con dis­cos del #15 y es­fuér­zate para al­can­zar tu po­ten­cial des­co­no­cido. Prueba con dis­cos del #20 en su lu­gar ¡y de­rrí­ba­los en 8 re­pe­ti­cio­nes! Toma 30 se­gun­dos de des­canso en lu­gar de 2 mi­nu­tos en­tre se­ries.

Simplemente no ac­túes có­mo­da­mente evi­tando es­for­zarte du­rante tu en­tre­na­miento, pa­sando sin sen­tir a tra­vés de él. Acorrálalo. Pon a su­dar ese trasero. Puja, re­so­pla, chi­lla y re­china los dien­tes si es ne­ce­sa­rio (en voz baja por fa­vor… no to­dos ne­ce­si­ta­mos oír la fiera que traes aden­tro), pero ház que tu es­fuerzo co­bre sig­ni­fi­cado! Haz tus ejer­ci­cios con se­rie­dad y con­cen­tra­ción, PERO… dis­frú­ta­los.

Si lo ha­ces de esa ma­nera aho­rra­rás tiempo, me­jo­ra­rás tus re­sul­ta­dos en el gym y lo­gra­rás ese cuerpo deseado, más tem­prano que tarde. Y per­mí­teme agre­gar esto: ese do­lor que sien­tes que hace que te den ga­nas de pa­rar o aco­bar­darte… sólo dura un se­gundo. No per­mi­tas que te venza. Sólo res­pira hondo, re­cu­pera el aliento y em­puja duro para lo­grar una re­pe­ti­ción más o dos.

Ese es todo el truco… Tu ce­re­bro no en­tiende tus ob­je­ti­vos, tu plan o tus in­ten­cio­nes. Lo único que tu ce­re­bro sabe es que es­tás em­pe­zando a sen­tir do­lor y como una me­dida de­fen­siva le dice a tu cuerpo que se de­tenga. Pero, tú ya co­no­ces el truco. Tú tie­nes un plan, un de­seo y es­tás pre­pa­rado para rea­li­zarlo. Estás en­fo­cado y esta vez sa­bes que una re­pe­ti­ción más es todo lo que ne­ce­si­tas. Sólo aprende a re­co­no­cer la di­fe­ren­cia en­tre esta es­tra­te­gia de­fen­siva e ins­tin­tiva de tu ce­re­bro y el ver­da­dero do­lor que sí se­ría la causa ade­cuada para pa­rar.

Cuando tie­nes el plan, la in­ten­ción, el pro­grama, las he­rra­mien­tas y los re­cur­sos, así como la ase­so­ría y el con­trol de pro­greso, en­ton­ces es cuando es­tos tres mu­chas ve­ces ol­vi­da­dos, pero im­por­tan­tes ele­men­tos: Preparación – Enfoque – Intensidad se con­vier­ten en los si­guien­tes pun­tos clave que te lle­va­rán a ob­te­ner me­jo­res re­sul­ta­dos en el gim­na­sio. Aplícalos. Haz que cuen­ten, que co­bren sig­ni­fi­cado y así con­se­gui­rás el cuerpo y la sa­lud de tus sue­ños. Tú te lo me­re­ces… ¿Puedes ha­cerlo? Si es así ¡Vengan esos cinco! •

Ver: PLAN DE ALIMENTACIÓN Y ENTRENAMIENTO DE 12 SEMANAS →

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